El almendro, una alternativa de cultivo / José Manuel Alonso
José Manuel Alonso
Unidad de Hortofruticultura.
Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA)
El cultivo del almendro viene experimentando en los últimos años una verdadera revolución. Sólo hace falta mirar a través de la ventanilla del coche durante el transcurso de cualquier viaje que realicemos, para detectar numerosas plantaciones nuevas, algunas de ellas en marcos de plantación sorprendentes, antes inimaginables. Una de las cuestiones que surgen es el por qué el cultivo del almendro está siendo tan atractivo al sector. A continuación se indican algunas de las circunstancias por la que está creciendo este cultivo.
Promoción, consumo y precio
Estados Unidos fija el precio de la almendra a nivel mundial, ya que California produce el 80% de la almendra mundial. Los productores de este país, a través del “Almond Board of California”, promocionan globalmente el consumo de la almendra, con campañas en países con millones de consumidores potenciales, como por ejemplo, China, India y Corea del Sur. Como consecuencia de ésta promoción el consumo global de almendra está aumentando sustancialmente, e incluso en 2012 se barajó la posibilidad de en años sucesivos, la demanda superaría a la oferta, produciéndose una escalada en los precios, desde 2011 (2,8€/kg) hasta 2015 (7,8 €/kg). En este período, grandes empresas y grupos de capital invirtieron en grandes plantaciones de almendro altamente tecnificadas. Los elevados precios de 2015 frenaron el consumo y actualmente, con unos precios “estabilizados” en unos 4,5 €/kg, se mantiene una buena dinámica del consumo internacional. A este precio, el cultivo continúa siendo atractivo para los agricultores, siendo una buena alternativa no solo en regadío, sino también en secanos frescos. Por otra parte, se estima que los costes de producción de la almendra en Estados Unidos se encuentran alrededor de los 3,5 €/kg. A éste precio mínimo teórico de mercado con la coyuntura actual, el almendro seguiría siendo una alternativa viable de cultivo.
Alimento de gran calidad nutricional
Numerosos estudios científicos coinciden en que la almendra se encuentra en la cúspide de los alimentos más saludables. Entre sus bondades destacan el elevado contenido en grasas monoinsaturadas, antioxidantes (Vitamina E), son ricas en fibra, calcio, magnesio, proteína, así como su composición está libre de colesterol y gluten.
Sector robusto
España es el tercer productor, con solo un 4% de la producción mundial, con una producción de 57.750 t en 2017. Actualmente sólo un 10% son de las plantaciones son en regadío, lo que hace que la productividad por hectárea sea muy inferior respecto a Estados Unidos o Australia, que tienen un modelo de producción basado en plantaciones totalmente en regadío. Con las nuevas plantaciones de estos años, la previsión de producción de almendra en España es de 150.000 t para el año 2025, es decir, se prevé que en siete, ocho años la producción prácticamente se va a triplicar. En principio, este aumento de la producción no va a ser un problema para la industria española, ya que en 2017 ha necesitado para abastecerse con 96.000 t de almendra californiana. Presumiblemente la industria española va a tener la posibilidad de abastecerse en su totalidad con almendra nacional. Para ello, resulta totalmente necesario que la producción española tenga unos estándares de calidad similares a la californiana y que se erradiquen incidencias de calidad importantes, como la presencia de almendras amargas. .
Nuevos sistemas productivos
El almendro ha pasado de considerarse un cultivo marginal de secano y en terrenos pobres a convertirse en muchos casos en un cultivo en regadío, altamente tecnificado. Con la fertirrigación por goteo se han ido reduciendo las distancias de los marcos de plantación y se han desarrollado o adaptado diferentes sistemas recolección mecánica. Como caso extremo, las plantaciones de alta densidad 3x1, de 3.300 árboles por hectárea, cosechadas con máquinas cabalgantes similares a las utilizadas en las plantaciones de alta densidad de olivo. También el ideotipo de poda es diferente en estos sistemas de producción más intensivos, mecanizándose lo más posible con el uso de pre-podadoras y formando de la copa en vasos libres con mínima poda manual. El objetivo de esta intensificación del cultivo, son la reducción de los costes de producción y búsqueda de la rápida entrada en plena producción de las plantaciones, que de momento están alcanzando los 2.600 kg de pepita por hectárea, para un rápido retorno de la elevada inversión inicial y aumentar la rentabilidad de las plantaciones.
Nuevo material vegetal
En los últimos años han ido apareciendo en el mercado nuevas variedades autocompatibles de floración tardía y portainjertos de mejora. Actualmente no hay claramente una variedad predominante como lo fue ‘Guara’, si bien, destacan las variedades de floración tardía, ‘Isabelona’(Belona), ‘Soleta’, ‘Vayro’, ‘Marinada’, ‘Marta’ y ‘Antoñeta’ y de floración ultratardía, ‘Diamar’ (Mardía), ‘Vialfas’, ‘Penta-Cebas’ y ‘Makako’. Todas ellas son auto-compatibles (no necesitan otra variedad polinizadora) y en el caso de las variedades de floración ultra-tardía están permitiendo el cultivo en zonas frías del interior donde era impensable producir almendra. En las zonas donde el cultivo es muy tradicional, las variedades ‘Desmayo Largueta’, ‘Marcona’, ‘Ferragnès’ y ‘Ferraduel’ siguen teniendo importancia. En cuanto a patrones, en los sistemas de plantación amplios, destacan los híbridos ‘Garnem’, ‘GF-677’ y ‘Rootpac R’, así como en plantaciones de alta densidad la utilización del patrón enanizante ‘Rootpac 20’.