La capacidad social cooperativa aragonesa en el impulso de la innovación y sostenibilidad del sector agroalimentario / Jesús Abadías
Jesús Abadías
Cooperativas Agro-alimentarias de Aragón
jabadias@aragon.coop
La Alianza Cooperativa Internacional (ACI), en su Declaración sobre Identidad y Principios Cooperativos, adoptados en Manchester en 1.995, define una cooperativa como una asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales de forma común por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente controlada. Las dos características principales que las diferencia de otro tipo de organizaciones de capital privado o de gobierno, y que comparte con varias formas jurídicas de la economía social, es que son de propiedad comunal y tienen un control democrático. Estos son los aspectos claves en las cooperativas agroalimentarias, que junto al enraizamiento en las áreas rurales les ha permitido participar de forma protagonista en el desarrollo sostenible de la agricultura en nuestra comunidad y en otros muchos lugares.
Las cooperativas agroalimentarias, como empresas de economía social que son, tienen el objetivo de mejorar la rentabilidad económica de sus socios, su calidad de vida, el mantenimiento adecuado de las relaciones sociales, y también el respeto y cuidado por el medio ambiente, ya que sin tener en consideración todos los vértices que forman los objetivos de la economía social en las cooperativas agroalimentarias no se puede potenciar su desarrollo adecuado dentro de un entorno rural. Por ello tienen que evolucionar en términos ambientales y tecnológicos a través de la innovación, ya que es el único camino de desarrollo rural, social y económico de forma viable, y que se pueda perpetuar a lo largo del tiempo.
La influencia que tiene el sector agroalimentario sobre el territorio no sería tal sin el papel de las cooperativas agroalimentarias. No nos paramos a pensar que las cooperativas agroalimentarias además de dar solución a los problemas, y defender las explotaciones agrícolas y ganaderas frente a un mercado globalizado, son parte del núcleo de anclaje del desarrollo rural y de la lucha frente a la despoblación, así como la herramienta que actúa como vector de difusión de todos los avances de innovación, medioambientales, legislativos y tecnológicos en el sector. Una serie de beneficios sociales y económicos que por todos deberían ser conocidos en las áreas rurales, a los cuales hay que añadir el papel que ejercen por potenciar la sostenibilidad ambiental.
Si no, ¿cómo se incrementaría el impacto ambiental si cada uno se produjese, transformase y transportase sus alimentos de forma individualizada?, ¿cómo y de qué forma se asesoraría de forma independiente sobre el buen uso sostenible (además de en términos económicos) de los inputs y servicios que se utilizan en agricultura y ganadería?, ¿quién impulsaría acciones informativas y de innovación para la mejoras de la calidad de vida de agricultores y ganaderos?, ¿Cómo se articularían acciones de formación y asesoramiento para la mejora productiva en las explotaciones?, ¿quién se encargaría de valorizar subproductos agrícolas y ganaderos si no fuese por el mero beneficio económico?....
Además de la influencia intrínseca que tienen en sí las cooperativas sobre el desarrollo sostenible, en los últimos años en Aragón muchas de nuestras cooperativas junto con Cooperativas Agro-alimentarias Aragón hemos mejorado trabajando en diversas iniciativas, modelos y proyectos para alcanzar dicho fin. Es bueno dar a conocer lo que se hace, y sobre todo lo que se hace bien, por lo que a continuación os cito alguna de dichas actuaciones que se han impulsado desde Cooperativas Agro-alimentarias de Aragón en colaboración con nuestras cooperativas asociadas:
-Proyecto de gestión y compra de energía eléctrica colectiva en las cooperativas agrarias aragonesa. Un ejemplo claro de intercooperación, que permite a la estructura de forma colectiva costear un asesoramiento que quizás de forma individualizada sería imposible, además de obtener una competitividad de precios en el mercado que igualmente no sería posible alcanzar de forma individualizada.
-Participación en diversos proyectos europeos de innovación relacionados con la eficiencia energética y la economía circular. El Proyecto Tesla y el Proyecto SCOoPE en eficiencia energética colaborativa, o el Proyecto Europruning o el Proyecto Sucellog en la valorización de subproductos y el impulso de nuevos modelos de negocio a partir de ellos, son claros ejemplos que demuestran que se puede producir de forma más sostenible a través de la innovación.
-Participación directa en dos Grupos Operativos Nacionales reconocidos por la Asociación Europea para la Innovación (AEI). Grupo Operativo INPULSE y Grupo operativo Agrobiosol.
-Participación en diversos proyectos de cooperación del sector agrario en Aragón, con una influencia del mundo cooperativo en el 43 % de los proyectos puestos en marcha desde el año 2016, que van desde la gestión sostenible de las explotaciones, pasando por el asesoramiento de explotaciones agrarias a través de ensayos demostradores, el impulso de nuevas vías de comercialización e internacionalización en las cooperativas.
Todos estos proyectos e iniciativas demuestran que el carácter cooperativo defiende y permite el desarrollo sostenible desde una base social, y siempre mejorando la rentabilidad del sector, de los agricultores y ganaderos, así como su calidad de vida. Las cooperativas son estructuras que permiten que la innovación llegue a una masa social agraria de manera directa, rápida y sobre todo a través de la confianza.