La modernización de regadíos: la respuesta a los retos del agricultor / Gabriel Sevillano
Gabriel Sevillano Jiménez
SUEZ Agriculture S. L.
gabriel.sevillano@suez.com
Desde Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.) en su conocida frase “la agricultura es la profesión propia del sabio, la más adecuada al sencillo y la ocupación más digna para todo hombre libre”, hasta el Papa Francisco quien aseguró que “de verdad no hay humanidad sin cultivo de la tierra; no hay vida buena sin el alimento que esta produce para los hombres y mujeres de cada continente”, ambas figuras destacan la capital importancia de la agricultura.
Sin embargo, en la actualidad los agricultores se enfrentan a una serie de retos que condicionan el desempeño de sus labores.
¿A qué retos se enfrentan los agricultores?
Desde la elección del tipo de cultivo hasta su recolección, en el ciclo de producción agrícola existen muchas fases que requieren de la atención y el cuidado de un profesional entregado, capaz de resolver imprevistos de cualquier tipo, y que disponga de las herramientas tecnológicas e infraestructuras óptimas.
Los principales retos en estas fases son: mejorar la calidad de vida del agricultor, la gestión de los recursos, conseguir mayor eficiencia, obtener mayor rentabilidad a los cultivos y el cambio climático, entre otros.
La modernización de regadíos: la respuesta a los retos del agricultor
Durante las Jornadas Profesionales San Isidro 2018 celebradas por el Ayuntamiento de Épila (Zaragoza) tuve la oportunidad, en calidad de gerente de Agricultura en SUEZ Agriculture, de realizar una ponencia dirigida a Comunidades de Regantes con el título «Etapas de la modernización del regadío». Tanto los ponentes como los asistentes a la Jornada convenimos que “la modernización de regadíos es importante y merece la pena invertir en ella”.
Aumento de la calidad de vida del agricultor
Una modernización de regadíos exige que previamente se haya realizado una correcta concentración parcelaria. Mediante la concentración parcelaria se elimina la dispersión de pequeñas parcelas, repercutiendo directamente en un beneficio para el agricultor ya que puede agrupar y organizar de manera más eficiente las labores a realizar en sus cultivos, ahorrando en costes económicos.
La modernización de regadíos por lo tanto mejora la calidad de vida de los agricultores porque elimina la necesidad de trasladarse entre parcelas distantes. Además, al permitir automatizarse los procesos de riego el agricultor puede disponer de un valioso tiempo que antes hubiese necesitado para atender los sistemas de riego tradicionales.
Gestión de los recursos
El trabajo agrario requiere una gran cantidad de suministros para su correcto funcionamiento. No podemos pensar únicamente en la compra de materiales, también es necesario tener en cuenta todos los insumos que hay que aportar para obtener el resultado de una buena cosecha; agua, energía, fertilizantes, fitosanitatios, etc.
En situaciones de escasez de agua, como a la que nos tocó enfrentarnos la campaña de riego del año pasado, se hace mayor hincapié en la necesidad de optimización de los recursos y el uso más eficiente del binomio agua – energía.
A la vista del imparable crecimiento demográfico de la población mundial y considerando la realidad de que la superficie de tierra productiva es finita, estamos obligados como sociedad a producir más con menos recursos. Esto se evidencia cuando se emplean sistemas de riegos eficientes, como el goteo o la aspersión, mediante los cuales se consiguen obtener más kilos de alimentos utilizando los mismos recursos.
La modernización de regadíos permite una gestión mejorada del consumo de agua. A través de un uso mucho más localizado y mejor medido, el agricultor puede conocer al detalle cuánta agua necesita utilizar y distribuirla con mayor precisión.
Conseguir mayor eficiencia
Esta es una de las principales razones por las que la modernización de regadíos se plantea como una solución para los campos de cultivo.
Estudios internacionales (FAO) revelan que la pérdida de agua desde que sale del embalse hasta que llega a la finca es de entorno un 50 - 60 %, por lo que se hace fundamental una correcta gestión de riego, optimizar las infraestructuras y canalizaciones, tanto desde el embalse a la finca, como en la propia explotación para lograr una mayor eficiencia en el uso del agua.
Para producir una manzana con regadío a manta (inundación) se consumen 70 litros de agua, cantidad que baja a 17 litros por manzana cuando se apuesta por un regadío optimizado con riego por goteo y la aplicación de sensores y tecnología que, además, “aumenta las producciones y mejora su calidad”.
La modernización de regadíos permite una gestión del agua mucho más eficiente y, por tanto, unos cultivos más provechosos y productivos. Una importante ganancia para los agricultores.
Obtener mayor rentabilidad a los cultivos
Desde Fenacore (Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España) se defiende que una hectárea de regadío produce seis veces más que una de secano y genera una renta cuatro veces superior. Además los ingresos son más altos debido a la mayor diversificación de producciones, ya que evita el riesgo de monocultivo de secano.
Por otro lado, la tecnología aplicada a los regadíos modernos permite ahorros en la finca, ya que solo se aporta el agua necesaria y en el momento en el que la planta más lo necesita.
La modernización de regadíos permite que el consumo de agua y demás insumos puedan ajustarse notablemente, reduciendo el gasto asociado, por lo que el agricultor puede obtener un mayor rendimiento económico de sus producciones.
Cambio climático: el agricultor, principal defensor del medio ambiente
La anterior Directora General de Desarrollo Rural y Política Forestal del Ministerio, Esperanza Orellana, comentaba que el uso de la tecnología y la modernización de regadíos son “imprescindibles” en un escenario como el actual de sequía, agudizado por el cambio climático, “en el que es necesario adaptarse a una mayor irregularidad en las precipitaciones”.
Desde el punto de vista más pragmático, el agricultor es el principal interesado en la defensa del medio ambiente; su sustento está ligado a la tierra que cultiva.
La figura del agricultor representa en la actualidad al mayor combatiente contra la despoblación del medio rural, ya que desempeñando sus labores genera actividad en los pueblos y garantiza su supervivencia. Al evitar el abandono de las tierras se realiza un mantenimiento preventivo frente a los temidos incendios. Además, la creciente presión de los distintos organismos internacionales fuerza un viraje a técnicas más sostenibles en los próximos años.
La modernización de regadíos permite adecuarse a las legislaciones climáticas impuestas por la Unión Europea.
Conclusión
En mi opinión, la situación actual del agricultor requiere de la tecnificación y profesionalización del sector, empleando sistemas de regadío más eficientes que permitan las sostenibilidad económica, social y medioambiental de la agricultura.
En este sentido, se organizan jornadas, congresos y demás encuentros entre las distintas comunidades de regantes, donde el tema principal de debate lo ocupa la modernización de regadíos, como ocurrió en la XX Jornada Informativa de Riegos del Alto Aragón.
Dicho esto, en SUEZ Agriculture acompañamos y asesoramos a los empresarios agrícolas en todo el proceso de modernización de regadíos, por lo que pueden contar con nosotros como aliados en la actualización de sus campos.