Las actividades creativas y el desarrollo rural / Ana Isabel Escalona
Ana Isabel Escalona Orcao
Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio
Facultad de Filosofía y Letras - Universidad de Zaragoza
aescalon@unizar.es
La compleja situación de muchas áreas rurales españolas y su lenta convergencia con el nivel de rentas y de bienestar de las áreas urbanas justifica que desde hace años se estén buscando nuevas fórmulas para mejorar su dinámica territorial. Una de estas nuevas fórmulas se basa en el desarrollo de las llamadas actividades creativas, conjunto muy heterogéneo en el que se incluyen desde las arraigadas en la cultura tradicional – Patrimonio, Artes– hasta las que elaboran contenidos creativos para grandes audiencias –propias del ámbito de la Comunicación–pasando por actividades vinculadas con la propiedad intelectual –elaboración de software, publicidad, ingeniería, consultoría, arquitectura–, todas ellas con un elevado contenido creativo.
Según la investigación que hemos llevado a cabo con un equipo multidisciplinar, existen en España 761 municipios extrametropolitanos de menos de 50.000 habitantes con concentraciones significativas, o clústeres, de empresas y empleos en sectores creativos. El mapa de la figura localiza los 514 con más de 1.000 habitantes. Su tamaño medio es relativamente elevado, 9.014 habitantes, aunque un 24,7% de los municipios con clústeres creativos tienen menos de 2.000. Se observa que 207 de los clústeres presentan un perfil cultural (dominan las actividades vinculadas a la cultura tradicional) mientras que en 294 encontramos un perfil funcional (dominan las actividades vinculadas a la propiedad intelectual). Una buena parte de los clústeres forma cinturones creativos en torno a las grandes áreas urbanas del país (Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Sevilla, Bilbao o San Sebastián). No obstante también hay presencia significativa de clústeres en áreas muy escasamente pobladas del interior y la mitad norte.
Figura 1. Localización de los municipios extra-metropolitanos de menos de 50.000 habitantes con clústeres creativos y perfil de los mismos.
Fuente: Escalona-Orcao, Ana Isabel; Sáez-Pérez, Luis Antonio y Sánchez-Valverde García, Belén (2018): Location conditions for the clustering of creative activities in rural areas. Analysis and evidences from Spain. Applied Geography, 91: 1-11
La Unión Europea y la OCDE consideran que las actividades creativas proporcionan a las áreas rurales ventajas competitivas en términos de conocimiento y de innovación, factores determinantes de la productividad empresarial y del desarrollo local. Por ello resulta muy oportuno sacar partido de la presencia creciente de estas actividades en las áreas rurales. Esta recomendación ha quedado avalada al verificarse en nuestra investigación una relación positiva entre la existencia de clústeres creativos y el comportamiento socioeconómico municipal en términos de dinamismo demográfico, capital humano, mercado laboral y actividad económica. El contraste entre los municipios con clúster y los que no lo tienen (figura 2) indica que la variación demográfica, el índice de actividad económica y la proporción de población universitaria presentan valores claramente superiores en los municipios con clústeres creativos, siendo ligeramente inferior el desempleo. El tiempo transcurrido desde los años del análisis no debiera haber modificado los resultados.
Figura 2. Contrastes socioeconómicos entre los municipios con y sin clústeres creativos (1)
(1) Variables comparadas. X1: Variación de población entre 2001-2011; X2: Tasa de desempleo ; X3: Índice de actividad económica; X4: % de población con estudios universitarios. Grupos de municipios: NO = municipios extrametropolitanos de 1.000 a 50.000 habitantes sin clústeres creativos; SI = municipios municipios extrametropolitanos de 1.000 a 50.000 habitantes con clústeres creativos. Fuentes: Instituto Nacional de Estadística, Censo de la Población de 2011; Tesorería General de la Seguridad Social, 2012; La Caixa, Anuario Económico de España, 2012. Elaboración propia.
El interés por el desarrollo de actividades creativas en las áreas extrametropolitanas o rurales nos ha llevado a explorar las condiciones que deberían reunir para facilitar la existencia de ecosistemas o clústeres creativos. En la literatura destacan, junto a los factores tradicionales aportados por los mercados y las políticas de los gobiernos (infraestructuras y demás “hard factors”), otros distintos, conocidos como “soft factors” por referirse a características intangibles de los lugares que configuran un entorno atractivo y se constituyen, por tanto, en fuente de ventajas competitivas. Es el caso de las “amenidades” –ambientales, paisajísticas y culturales– que favorecen la calidad de vida; el dinamismo de la atmósfera local, la diversidad étnica y social o la receptividad y tolerancia de la población, incluida esta última en la teoría sobre las tres “tés” del crecimiento económico (Florida, 2002) junto a la tecnología y el talento.
Los resultados obtenidos en nuestros trabajos matizan lo previsto en los debates académicos. Según los modelos econométricos elaborados los pocos predictores claros de la existencia de clústeres creativos en áreas extra-metropolitanas son el índice de actividad económica, la cuota de mercado, la población con estudios universitarios, algunas variables descriptivas del tejido empresarial (diversidad, tamaño, existencia de servicios) y, en mucha menor medida y sólo en relación con el empleo, la distancia a un mercado urbano. Las variables asociadas a los soft factors no han confirmado las expectativas sobre su capacidad explicativa de la economía de la cultura en estos clústeres extrametropolitanos. Este resultado nos parece una consecuencia de que en el tejido empresarial del espacio estudiado dominen los pequeños empresarios, que priman localizaciones próximas a sus residencias y conceden más importancia a los factors de tipo hard o tradicional. No cabe descartar tampoco que en la literatura se haya sobrevalorado el partido que pueden sacar las áreas rurales de sus ventajas específicas en el ámbito de los soft factors.
En resumen, y con la prudencia siempre exigible en estos casos creemos poder afirmar que la existencia de clústeres creativos es más probable en las localidades rurales que se acercan, por su tamaño demográfico o económico, a las urbanas y en las que pueden desarrollarse, en mayor o menor medida, economías de aglomeración. Nuestra conclusión sitúa los beneficios de la aglomeración por encima de otros posibles determinantes del desarrollo local de tipo cualitativo o residencial como los que integran los soft factors. Creemos que esta conclusión invita a reflexionar sobre los efectos de la falta de escala no sólo en relación con el desarrollo de actividades creativas sino, en general, con la todavía pendiente recuperación demográfica, social y económica de la mayor parte de las áreas rurales.