Presente y futuro del sector de vino español / Enrique Chueca

oye-closed - 02 May, 2019

Enrique Chueca
Bodegas Aragonesas Fuendejalon
enrique@bodegasaragonesas.com

PRESENTE

España posee la mayor extensión de viñedo del mundo, casi 1.000.000 de hectáreas, pero solo alcanza el tercer lugar en cuanto a producción detrás de Italia y Francia, esta realidad tendría que suponer una situación de privilegio en cuanto al consumo, pero no es así, el consumo per cápita en España es uno de los más bajos de Europa, situándose en el lugar número 26 en el ranking mundial,  aproximadamente la mitad que Francia y Portugal y un 40% menos que Italia,  muy por debajo de países no productores, como Suecia o Dinamarca, con la salvedad de que nos visitan 80.000.000 de turistas que lógicamente colaboran en el consumo interno. En definitiva con un rápido análisis de estas cifras podríamos concluir que el sector del vino español tiene un gran recorrido dentro del mercado doméstico, parece bastante obvio que se debería pretender que el consumo en España fuera al menos similar al de Italia, de ser así  el sector podría vender dentro del territorio español entre 5 y 6 millones de hectólitros más.

Afortunadamente en el mercado internacional,  las ventas de vino español, han batido un nuevo record, en el año 2.018 se ha facturado una cifra muy próxima a los 3.000 millones de euros, con un volumen de casi 20 millones de hectólitros.

Es importante destacar que se ha producido un efecto inverso en los últimos 20 años,  mientras en el mercado nacional, las ventas de vino, se han reducido un 50% en el  mercado internacional se han duplicado. En definitiva el sector del vino español lleva varias décadas con un volumen de ventas prácticamente constante, el retroceso en el mercado nacional se compensa con el incremento en el mercado internacional, estando en este momento las ventas distribuidas un tercio en el mercado nacional y dos tercios en el internacional.

En general en todos los países productores ha sucedido lo mismo, se ha reducido el consumo interno y ha aumentado la exportación, se podría afirmar que el descenso de  consumo en los países productores  se ha trasladado a los que no lo son, provocando un incremento de las transacciones internacionales que han superado los 30.000 millones de euros en el año 2.018 multiplicándose por 2 desde el año 2.000.

FUTURO

El futuro para el sector español puede ser muy esperanzador, la relación precio –calidad de nuestros vinos es la más alta del mundo, si se definen estrategias para corregir los dos problemas estructurales que tiene, incrementar el consumo dentro del mercado nacional y aumentar los precios en el mercado internacional.

Dos metas difíciles de conseguir, pero que una puede ser consecuencia de la otra y a su vez corregir una puede ayudar a corregir la otra. Es obvio que primero debemos conseguir incrementar el consumo de vino en España, veremos a continuación como, puesto que no vamos a consolidar el mercado  internacional sin haberlo hecho antes con el nuestro. Para ello tenemos que responder a la pregunta combinada que nos hacemos reiteradamente.

¿Por qué en España el consumo per cápita es tan bajo, teniendo unos vinos con la mejor relación calidad-precio, siendo eminentemente productor, con consumo tradicional y con un número de visitantes tan alto?

Parecería que si somos capaces de responder a esta pregunta deberíamos de poder solucionar el problema, pero no es así porque las preguntas que nos debemos hacer en realidad son las siguientes.

¿Conoce el consumidor que la relación calidad-precio de los vinos españoles es la mejor?  ¿Conoce el consumidor que somos un país productor tan relevante?, ¿Conoce el consumidor actual que los españoles han sido tradicionalmente consumidores de vino? ¿Comunicamos a los turistas las cualidades de nuestros vinos?

La respuesta a todas ellas es muy sencilla, el consumidor español no conoce el vino, lo ha olvidado, no es un producto que le parezca cotidiano, en definitiva el mundo del vino ha perdido el liderazgo de las bebidas en España.

¿Que tenemos que hacer para solucionarlo?

Tenemos que conseguir que expresiones “como vamos a tomar un vino”, “vamos de vinos”, “quiero un vino”etc, etc. sean cotidianas, que el consumidor deje de ver el vino como un producto de consumo excepcional, para momentos muy especiales, celebraciones, etc.

¿Cómo se soluciona?

Evidentemente tenemos que incrementar la comunicación, puesto que es lo que hacen los países en los que el consumo es mucho más alto que en España y trasmitir a los consumidores sus principales atributos, el vino es un producto natural se genera por fermentación espontanea sin tener que adicionarle nada, ni someterlo a procesos industriales,  tiene una relevancia importantísima para vertebrar el territorio, muchos pueblos de España no existirían si no fuera por el viñedo y  además, más importante todavía, es una bebida muy placentera tanto para tomarla sola como acompañada a cualquier hora del día.

¿Qué medios utilizar?

El más interesante aunque es muy lento y solo es utilizado por la gente que ya tiene un mínimo interés por el vino, es el enoturismo que permite dar a conocer a los consumidores la magnitud del sector, la calidad de nuestro vinos, la estrecha relación entre el vino y la vida del mundo rural, el orgullo de poseer unos vinos excepcionales que empiezan a conquistar el mundo.

Las redes sociales, muy utilizadas por todas las bodegas, pero muy poco efectivo puesto esta comunicación se diluye entre millones de mensajes diarios de todos los sectores.

La comunicación en los medios clásicos muy poco utilizado por las bodegas en general, debido a su alto coste para la inmensa mayoría de las bodegas que tienen dimensiones muy pequeñas, la mayor esperanza en este aspecto es la campaña de publicidad que desde el año 2.017  está realizando la interprofesional del vino, financiada con medios propios del sector, para conseguir que el consumidor conozca mejor el vino y lo introduzca en su rutina de consumo diaria.

Y por último y quizá el más importante y que además no cuesta dinero, es que la gente del sector, que somos cientos de miles de personas, nos dediquemos todos los días con nuestras palabras y nuestros hechos a trasmitir a los consumidores las bondades del vino, el placer que reporta su consumo y el orgullo de trabajar en un sector tan gratificante.

En definitiva, está en nuestras manos poder afirmar, dentro de pocos añas que el consumo de vino en España ha alcanzado un nivel razonable comparándolo con el resto de los países.

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